Errores comunes al producir tu propio contenido de audio

En la era del “hazlo tú mismo”, es común que muchos creadores de contenido se animen a producir su propio audio. Y está bien. Pero también es cierto que hay errores que se repiten con frecuencia y que pueden comprometer la calidad del mensaje, la experiencia del oyente y la percepción profesional de la marca.

1. No cuidar el entorno acústico

Grabar en habitaciones vacías, cocinas o espacios con mucho rebote es uno de los errores más comunes. El eco, los ruidos externos y la falta de absorción sonora afectan la claridad. Puedes tener el mejor micrófono del mundo, pero si el entorno es malo, el resultado será pobre.

2. Micrófonos mal elegidos o mal posicionados

No todos los micrófonos sirven para todo. Y muchos errores vienen del uso de micrófonos USB genéricos mal posicionados (demasiado lejos, demasiado cerca o fuera del eje). La distancia adecuada y la orientación correcta hacen una gran diferencia.

3. No nivelar el volumen correctamente

La mezcla final debe sonar equilibrada: ni demasiado baja ni saturada. Muchas grabaciones caseras tienen partes con volumen muy disparejo. Esto genera fatiga auditiva o desinterés. El uso de compresores o normalizadores ayuda a mantener coherencia.

4. No editar (o editar mal)

Dejar errores, pausas largas, muletillas o incluso respiraciones molestas da una sensación de descuido. Editar no es cortar por cortar, es dar ritmo, limpieza y profesionalismo. Tampoco se trata de eliminar toda naturalidad, sino de realzar lo importante.

5. Exceso o falta de efectos

Una intro con diez sonidos, música a todo volumen y voz enterrada no impresiona: abruma. Y lo opuesto también ocurre: piezas completamente planas, sin música de fondo ni ambientación, que no generan ninguna emoción. El equilibrio es la clave.

6. No tener una identidad sonora clara

Cambiar de estilo constantemente, usar voces diferentes cada vez o no tener un patrón reconocible en los elementos sonoros genera confusión. Tu audiencia debe identificar tu contenido desde los primeros segundos.

7. No considerar la experiencia del oyente

¿Se escucha bien en audífonos? ¿En bocinas pequeñas? ¿Hay picos de volumen que molestan? La producción debe pensarse no solo para que suene bien en estudio, sino en la vida real. Esa es la diferencia entre producir y simplemente grabar.

Hacerlo tú mismo no está mal. Pero hacerlo sin conciencia de estos detalles puede sabotear el esfuerzo. El audio no es solo técnica: es narrativa, percepción y experiencia. Si vas a producir tu contenido, hazlo con el oído de quien lo va a escuchar.

Y si necesitas ayuda, aquí estoy. Porque sí, el audio importa.

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